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a crear los Ansiedad matemática
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La ansiedad matemática es un sentimiento de tensión y miedo hacia las matemáticas.[1]
Interfiere con la manipulación de números y la resolución de problemas matemáticos en la vida diaria y situaciones académicas.
Una encuesta de Ipsos MORI de 2018 encontró que el 23% de los padres de niños de entre 5 y 15 años informan que su hijo mayor a menudo se siente ansioso cuando intenta resolver problemas matemáticos, y que la ansiedad matemática parece estar afectando a las generaciones más recientes.
El estudio encontró que el 36% de las personas más jóvenes (de 15 a 24 años) se sienten ansiosas por las matemáticas, en comparación con el 10% de las personas mayores (mayores de 65 años), y algunos estudios sugieren que la ansiedad por las matemáticas puede comenzar muy temprano, cuando los niños pequeños están aprendiendo. Habilidades numéricas básicas.
Definiciones[editar · editar código]
No existe una definición de ansiedad matemática unificada, pero en todas ellas se considera como un sentimiento de tensión, miedo o aprehensión, que implica conductas de evasión y que afecta negativamente al rendimiento en tareas matemáticas. La vivencia de la ansiedad va asociada a una ausencia de placer y a un sentimiento de tensión que interfiere en la realización de operaciones aritméticas y en la resolución de problemas matemáticos.
Mark H. Ashcraft define la ansiedad matemática como "un sentimiento de tensión, aprensión o miedo que interfiere con el rendimiento matemático".[2]
Según la Asociación Estadounidense de Psicología, la ansiedad matemática a menudo está relacionada con la ansiedad ante los exámenes. Esta ansiedad puede causar angustia y probablemente cause aversión y evitación de todas las tareas relacionadas con las matemáticas.
Historia[editar · editar código]
El estudio académico de la ansiedad ante las matemáticas se origina en la década de 1950, cuando Mary Fides Gough introdujo el término matemafobia para describir los sentimientos de fobia de muchos hacia las matemáticas.
La primera escala de medición de ansiedad matemática fue desarrollada por Richardson y Suinn en 1972.
Desde este desarrollo, varios investigadores han examinado la ansiedad matemática en estudios empíricos. Hembree realizó en 1990 un meta análisis de 151 estudios sobre la ansiedad ante las matemáticas.
El estudio determinó que la ansiedad matemática está relacionada con un rendimiento matemático deficiente en las pruebas de rendimiento matemático y con actitudes negativas con respecto a las matemáticas. Hembree también sugiere que la ansiedad matemática está directamente relacionada con la evitación matemática.
Ashcraft en 2002 sugiere que los estudiantes de matemáticas muy ansiosos evitarán situaciones en las que tengan que realizar tareas matemáticas.
Desafortunadamente, evitar las matemáticas da como resultado una menor competencia, exposición y práctica matemática, lo que deja a los estudiantes más ansiosos y sin preparación matemática para lograr logros en la vida cotidiana. En la universidad, los estudiantes de matemáticas ansiosos toman menos cursos de matemáticas y tienden a sentirse negativos hacia la materia. De hecho, Ashcraft encontró que la correlación entre la ansiedad matemática y variables como la confianza en uno mismo y la motivación en matemáticas es fuertemente negativa.
Según Schar, debido a que la ansiedad matemática puede causar evitación matemática, surge un dilema empírico. Por ejemplo, cuando un estudiante muy ansioso por las matemáticas se desempeña de manera decepcionante en una pregunta de matemáticas, podría deberse a la ansiedad matemática o a la falta de competencia en matemáticas debido a que evita las matemáticas.
Ashcraft determinó que al administrar una prueba que se vuelve cada vez más desafiante matemáticamente, notó que incluso las personas con mucha ansiedad matemática obtienen buenos resultados en la primera parte de la prueba que mide el rendimiento. Sin embargo, en la última y más difícil parte de la prueba, hubo una relación negativa más fuerte entre la precisión y la ansiedad matemática.
Según la investigación de la Universidad de Chicago realizada por Sian Beilock y su grupo, la ansiedad matemática no se trata simplemente de ser malo en matemáticas. Después de usar escáneres cerebrales, los académicos confirmaron que la anticipación o la idea de resolver problemas matemáticos en realidad causan ansiedad matemática. Los escáneres cerebrales mostraron que el área del cerebro que se activa cuando alguien tiene ansiedad matemática se superpone a la misma área del cerebro donde se registra el daño corporal. Y Trezise y Reeve muestran que la ansiedad matemática de los estudiantes puede fluctuar a lo largo de la duración de una clase de matemáticas.
Impacto[editar · editar código]
El impacto de la ansiedad matemática en el rendimiento matemático se ha estudiado en la literatura más reciente.
Una persona con ansiedad matemática no necesariamente carece de habilidad en matemáticas, sino que no puede desempeñar todo su potencial debido a los síntomas de su ansiedad que interfieren.
La ansiedad matemática se manifiesta en una variedad de formas, incluidos síntomas físicos, psicológicos y conductuales, que pueden alterar el rendimiento matemático de un estudiante.
A menudo se piensa que la fuerte correlación negativa entre la ansiedad matemática alta y el bajo rendimiento se debe al impacto de la ansiedad matemática en la memoria de trabajo. La memoria de trabajo tiene una capacidad limitada. Una gran parte de esta capacidad se dedica a la resolución de problemas al resolver tareas matemáticas.
Sin embargo, en las personas con ansiedad matemática, gran parte de este espacio está ocupado por pensamientos ansiosos, lo que compromete la capacidad de desempeño de la persona.
Además, una dependencia frecuente en las escuelas de pruebas de alto riesgo y cronometradas, donde los estudiantes tienden a sentir la mayor ansiedad, puede conducir a un rendimiento más bajo para las personas ansiosas por las matemáticas.
El Programa de Evaluación de Estudiantes Internacionales los resultados demuestran que los estudiantes que experimentan una alta ansiedad ante las matemáticas obtienen puntajes en matemáticas que son 34 puntos más bajos que los estudiantes que no tienen ansiedad ante las matemáticas, lo que equivale a un año completo de escuela.
Además, varios investigadores entre otros Elisa Cargnelutti muestran que la influencia de la ansiedad matemática en el rendimiento relacionado con las matemáticas aumenta con el tiempo debido a la acumulación de experiencia pasiva en la materia u otros factores como mayores requisitos en matemáticas a medida que los niños crecen. Estos hallazgos demuestran el vínculo claro entre la ansiedad matemática y los niveles reducidos de rendimiento, lo que sugiere que aliviar la ansiedad matemática puede conducir a una mejora notable en el rendimiento.
La divulgación de las matemáticas puede ayudar a reducir la ansiedad matemática como solución a la ansiedad matemática.
Matemáticas y cultura[editar · editar código]
Si bien existen similitudes generales con respecto a la adquisición de habilidades matemáticas, los investigadores han demostrado que las habilidades matemáticas de los niños difieren entre países.
En Canadá, los estudiantes obtienen puntajes sustancialmente más bajos en resolución de problemas matemáticos y operaciones que los estudiantes en Corea, India y Singapur.
Investigadores realizaron comparaciones exhaustivas entre países y determinaron que en algunas áreas, como Taiwán y Japón, los padres ponen más énfasis en el esfuerzo que en la capacidad intelectual innata para el éxito escolar. Al poner un mayor énfasis en el esfuerzo en lugar de la capacidad intelectual innata de uno, están ayudando a su hijo a desarrollar una mentalidad de crecimiento.
Las personas que desarrollan una mentalidad de crecimiento creen que todos tienen la capacidad de aumentar su capacidad intelectual, aprender de sus errores y convertirse en aprendices más resilientes. En lugar de quedarse atascado en un problema y darse por vencido, los estudiantes con una mentalidad de crecimiento prueban otras estrategias para resolver el problema. Una mentalidad de crecimiento puede beneficiar a todos, no solo a las personas que intentan resolver cálculos matemáticos. Además, los padres en estos países tienden a establecer expectativas y estándares más altos para sus hijos. A su vez, los estudiantes dedican más tiempo a la tarea y la valoran más que los niños estadounidenses.
Además, los investigadores Jennifer L. Brown y otros muestran que la diferencia en el nivel de ansiedad matemática entre diferentes países puede resultar de diferentes grados de los cursos. En una misma cultura, hay poca diferencia en la escala de ansiedad que se asocia con el género, mientras que la ansiedad se relaciona más con su tipo. Las muestras muestran un mayor grado de ansiedad en la subescala.
MEA (ansiedad de evaluación matemática) en comparación con LMA (ansiedad de aprendizaje matemático).
Matemáticas y género[editar · editar código]
Otra diferencia en las habilidades matemáticas que se explora a menudo en la investigación tiene que ver con las disparidades de género.
Se han realizado investigaciones que examinan las diferencias de género en el rendimiento en pruebas estandarizadas en varios países.
Beller y Gafni han demostrado que los niños de aproximadamente nueve años de edad no muestran diferencias de género consistentes en relación con las habilidades matemáticas. Sin embargo, en 17 de los 20 países examinados en este estudio, los niños de 13 años tendían a obtener puntuaciones más altas que las niñas. Además, las matemáticas a menudo se etiquetan como una habilidad masculina; como resultado, las niñas suelen tener poca confianza en sus capacidades matemáticas.
Estos estereotipos de género pueden reforzar la baja confianza en las niñas y pueden causar ansiedad matemática, ya que las investigaciones han demostrado que el rendimiento en las pruebas de matemáticas estandarizadas se ve afectado por la confianza de uno. Como resultado, los educadores han estado tratando de abolir este estereotipo fomentando la confianza en las matemáticas en todos los estudiantes para evitar la ansiedad matemática.
Mientras que por otro lado, los resultados obtenidos por Monika Szczygiel muestran que las chicas tienen un mayor nivel de ansiedad en los exámenes y en total, aunque no hay diferencia de género en la ansiedad general por aprender matemáticas. Por lo tanto, la brecha de género en la ansiedad matemática puede resultar del tipo de ansiedad. Los exámenes desencadenan mayor ansiedad en las niñas en comparación con los niños, pero sienten el mismo nivel de ansiedad al aprender matemáticas.
Respecto a la ansiedad matemática en alumnos de nuevo ingreso en la Universidad, Pérez-Tyteca, entre otros encuentran una diferencia significativa en función del género, resultando que las mujeres tienen un nivel de ansiedad superior al manifestado por los hombres.[3][4]
Ambiente universitario[editar · editar código]
La ansiedad matemática en matemáticos, o en estudiantes de matemáticas en la Universidad ocurre frecuentemente. Aunque este grupo de personas tiende a tener mayor interés por las matemáticas, lo cierto es que dentro de la evaluación y el sistema que hay, competitividad y exigencia a las matemáticas aparecen rasgos de ansiedad que pueden acabar por el abandono de la carrera, pese a poder tener buenas habilidades, aparición de enfermedades mentales tales como ansiedad, depresión, u otras.
La formación matemática previa del alumno que viene a estudiar unos estudios de grado en matemáticas es importante para terminar con éxito los estudios, pero aun es más importante la actitud del alumno hacia las matemáticas.
Relación con discalculia[editar · editar código]
La discalculia es un desafío de aprendizaje que causa problemas con las matemáticas. La discalculia puede dificultar que los niños entiendan conceptos matemáticos o realicen tareas que involucren matemáticas. La ansiedad matemática es un sentimiento intenso de preocupación por las matemáticas. La ansiedad matemática puede hacer que los niños cuestionen sus habilidades en matemáticas, incluso si tienen habilidades sólidas.[5]
Referencias[editar · editar código]
- ↑ Escalona, María Sagasti. «La ansiedad matemática». Matemáticas, educación y sociedad, vol. 2, n.o 2, septiembre de 2019, pp. 1-18. journals.uco.es.
- ↑ Ashcraft, M.H. (2002), "Math anxiety: Personal, educational, and cognitive consequences", Current Directions in Psychological Science, 11 (5): 181–185, doi:10.1111/1467-8721.00196, S2CID16387293
- ↑ Pérez-Tyteca, P. y Castro Martínez, E (2011a). La ansiedad matemática y su red de influencias en la elección de carrera universitaria, en Marín, M, Fernández, G., Blanco, L.J. y Palarea, M. (eds). Investigación en Educación Matemática XV (pp. 471-480). Ciudad Real: SEIEM.
- ↑ Pérez-Tyteca, P., Castro, E., Rico, L. y Castro, E. (2011b). Ansiedad matemática, género y ramas de conocimiento en alumnos universitarios. Enseñanza de las ciencias, 29(2), 237-250
- ↑ «Math Anxiety vs. Dyscalculia in Kids». Understood. Accedido 30 de julio de 2023.