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Mario Crocco

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Mario Crocco explicando.JPG

Mario Crocco es un neurobiólogo argentino que propuso un nombre científico para un organismo marciano Gillevinia straata 2006, basado en experimentos hecho por la misión Viking. [1]

La especialidad de Mario Crocco como neurobiólogo es la historia del sistema nervioso a partir de microorganismos; es decir, a partir de los primitivos microbios terrestres en los que se formaron "partes" que, miles de millones de años después y superando muchos cambios del ambiente, serían partes de nuestro sistema nervioso. Pudo apreciar así la resistencia de los microbios terrestres a la extinción y su altísima capacidad de adaptarse (microbios hay que habitan las nubes; otros consiguen alimentarse y propagarse a tres o más kilómetros de profundidad, en la compactada roca del subsuelo continental o bajo los fondos marinos, sobrellevando allí la intensa presión, alta temperatura y escasez de alimento). Con esa base, catalogó como ser vivo a la causa de las respuestas positivas a experimentos, expresamente diseñados para descubrir seres vivos, realizados en Marte en 1975 y 1976, cuando se suponía que en ese planeta no existía nada de agua: que Marte era completamente seco.

Reaccionó con ello al descubrimiento de agua en ese planeta, que sólo muy poco antes había sido confirmado (en junio de 2006; luego se supo que Marte tiene tanto hielo de agua que, de haber sido líquido, cubriría todo el planeta con un océano de 35 metros de profundidad; en agosto de 2018 el radar evidenció bajo el hielo polar un lago atrapado de agua líquida, probablemente salobre, de 20 km de ancho, y en junio de 2018 se verificó directamente que unos 3500 millones de años atrás había existido materia orgánica en ese planeta), y al hallazgo de oscilaciones con duración de un día en los datos de las pruebas realizadas por la Misión Viking (véase Levin[2]; Rosa Navarro[3], y Ronald Paepe [4]).

Estos experimentos habían sido llevados a cabo en 1975 y comienzos de 1976 por dicha misión de la NASA en la superficie del planeta Marte. Además, Crocco señaló cómo el agua congelada mantiene siempre una pequeña proporción de agua líquida, y logró calcular su cantidad. La halló suficiente para mantener vivos microbios adecuados para causar esas respuestas positivas a aquellos experimentos.

Explicación: Crocco halló que, incluso a cien o más grados centígrados bajo cero (-100 ºC), en el hielo sucio con muchos granos de arena fina y muchas grietas alrededor de los granos, el agua superficial de las grietas microscópicas mantiene una fina película líquida (a causa de unas fuerzas, llamadas de van der Waals), y pudo calcular la cantidad de agua líquida y su capacidad de renovarse si, de continuo, fuera extrayéndola microbios de alguna especie, que la consumieran en su gasto de energía o metabolismo. (En otras palabras: si hubiera microbios que "succionaran" dicha agua al "adherirla" o adsorberla a su "esqueleto" celular). Este metabolismo debe funcionar dentro de los límites de energía necesarios –cuyo valor aproximado también calculó– para generar las oscilaciones que siguen la duración del día de Marte (ciclos circadianos) y fueron registradas por dichos experimentos de la Misión Viking.

En ello consistió el trabajo que suele referirse como "descubrimiento del microbio de Marte". Ese descubrimiento le permitió atribuir a un especie natural los ciclos circadianos de los registros de hasta 273 días continuos, en los "Labeled release experiments", o medida de los gases expulsados por cualquier ser vivo que consumiera alimentos previamente marcados con carbono radiactivo.

Para cumplir las reglas de clasificación, Mario Crocco introdujo como instrumento de la clasificación biológica (ciencia llamada sistemática o taxonomía) el reconocimiento de la mediación epistémica progresiva. Este es el aumento gradual del conocimiento automatizado de nuevos organismos vivos. Consiste en tomar como holotipos y epitipos (esto significa, como las piezas de referencia que los museos coleccionan cuando se puede manipular el espécimen) a los archivos electrónicos de las señales radiadas por vehículos de exploración remota, por ejemplo desde lugares inaccesibles en cuevas, o en el fondo del mar, o en otros planetas desde los cuales traer microorganismos arriesgaría contaminar la Tierra. Justamente ese fue el caso de la Misión Viking desde Marte.

Antes, los museos no admitían fotos o esculturas como evidencia para reconocer una especie nueva de planta o animal. A veces se perdía el original, como ocurrió con el cráneo del prehistórico "Hombre de Pekín" destruido en la Segunda Guerra Mundial, y sus fotos y esculturas no servían para reemplazarlo. Pero, ahora que es general la exploración con robots, esos archivos electrónicos –tales como los archivos de una imagen, o del registro de una actividad del cuerpo– se pueden admitir -aunque todavía no hay acuerdo general al respecto- como la evidencia de la realidad del organismo vivo que se descubre, cuando no es posible traer otra evidencia al museo o laboratorio.

Esa evidencia electrónica fue muy novedosa para la época de la propuesta (2006). Con ella, en vez de tener a la mano un ejemplar de donde sacar toda la información, los datos son refinables o progresivos. Ha variado la evidencia epistémica (epistemología es la ciencia del conocimiento), o demostración, o prueba, que nos permite conocer la realidad de una especie biológica. Crocco mostró que ya no es imprescindible que se pueda poner al original bajo la observación directa tantas veces cuantas uno quiera, como antes, cuando uno descubría nuevos seres vivos y traía algunos ejemplares al laboratorio o los conservaba en un museo. Ese es el concepto de mediación epistémica progresiva en la biología clasificatoria.

En este caso, el "holotipo" o espécimen original del descubrimiento de Gillevinia straata Crocco 2006 consiste en el contenido informático de las señales recibidas por la NASA en 1975 y 1976 de la Misión Viking, y los "epitipos" son las copias de esos archivos que fueron compartiendo, en las últimas décadas por vía de correo electrónico, los numerosos científicos que las estudiaron. No se trajo de Marte ningún ser vivo, sino las señales de su acción dentro del equipo de la Misión Viking diseñado para observarla.

Pero ese trabajo no es aquel por el que más se lo conoce a este científico, que también ha desarrollado actividades institucionales y políticas en varias áreas Plantilla:Cita libro. Su trabajo más conocido es una investigación larguísima, que partió del desarrollo prehistórico de microbios que llegaron a ir formando partes del sistema nervioso, y desembocó en la localización de la mente o psiquismo en partes del cerebro en las cuales antes no se había pensado.Plantilla:Cita libro. Otros trabajos del mismo autor se hallan en diversos sitios de internet, y varios se ofrecen en el portal llamado Academia.edu Plantilla:Cita libro

Referencias[editar · editar código]